El teléfono móvil se ha convertido en una aparato fundamental en nuestro día a día, por ello, que se estropeé o se rompa puede causarnos muchos problemas. Si no queremos llevarlo a reparar al servicio técnico porque no queremos pagar por ello, podemos intentar repáralo nosotros mismos. Eso sí, es importante tener en cuenta que si no podemos o no sabemos arreglarlo nosotros mismos, lo mejor que podemos hacer es llevar nuestro teléfono móvil a reparar al servicio técnico.
Problemas más frecuentes en teléfonos móviles
Según un estudio de la OCU, el 60% de las averías de los móviles ocurre antes de los 2 años de uso, y casi un 30% ocurre entre los 2 y los 3 años. Por ende, no es nada raro que tengamos algún problema con nuestro teléfono móvil. Los fallos más comunes son los siguientes:
Batería
Los fallos de las baterías pueden ir desde cosas tan simples como que la batería dure cada vez menos hasta que se hinche o se apague repentinamente.
Para evitarlo, recomendamos hacer lo siguiente:
- No ponerla a cargar sólo cuando se agote por completo ni cuando le quede mucha carga (lo ideal es ponerla a cargar cuando se encuentre entre el 10% y el 30%)
- No dejarla enchufada una ve la carga haya finalizado
- Usar siempre el cargador original (ya que las baterías de los teléfonos móviles están pensadas para ser cargadas con esos cargadores, por lo que son los únicos que te aseguran no darte ningún fallo.
De todas formas, si nuestra batería se estropea podemos hacer lo siguiente:
- Si tenemos un teléfono Android podemos cambiar la batería por otra en buen estado. Es tan simple como quitar la carcasa de teléfono y sacar la batería estropeada para meter la nueva. También podemos llevar el teléfono a un servicio técnico si nos da miedo abrir el teléfono.
- Si tenemos un iPhone, solamente podemos llevarlo al servicio técnico de Apple, ya que en estos móviles no podemos cambiar la batería manualmente.
Pantalla
Los fallos más comunes que les ocurren a las pantallas son que se agrieten a causa de un golpe o una caída o que el táctil deje de funcionar. Para evitar que se agriete por culpa de un golpe, es tan fácil como ponerle un protector de pantalla. Eso sí, no te confíes por tener un protector de pantalla y sigue tratando tu móvil con cuidado, ya que si el golpe es muy fuerte, puede ser que se rompan tanto el protector como la pantalla.
Tanto si se te rompe la pantalla como si te deja de funcionar el táctil, lo mejor que puedes hacer es llevar el teléfono a reparar al servicio técnico.
Problemas con el software
Los problemas con el software se pueden agrupar en 2 grandes grupos:
- Problemas con las aplicaciones: Si tenemos algún problema con una aplicación concreta, podemos cerrar y abrir la aplicación, borrarla y reinstalarla, actualizarla o buscar en Internet una solución para ese problema en concreto. Si con todo esto no consigues solucionar tu problema, te recomendamos que te pongas en contacto con el Servicio de Atención al Cliente de la aplicación, y si aún con eso no consigues solucionar tu problema, busca otra aplicación similar que pueda satisfacer las mismas necesidades que la que te está dando problemas.
- Problemas con el sistema operativo: Si tenemos algún problema con el sistema operativo del teléfono móvil, nuestra recomendación es que primero lo actualices a su versión más reciente, y si no se soluciona el problema, reestablezcas el móvil a sus valores de fábrica. Si no se soluciona, lleva el teléfono móvil a un profesional.
Fallo en los botones
No es raro que, tras mucho uso, los botones de los móviles dejen de funcionar o haya que hacer mucha fuerza para que lo hagan. A veces, es tan simple como darle una dosis de alcohol con un algodón y presionar el botón varias veces para arreglarlo. Si no funciona, siempre puedes cambiar el botón por otro en una tienda especializada.