Precisamente para que todos seamos conscientes de lo que esto quiere decir, hoy te vamos a explicar qué significa y qué supone que el soporte de Windows 7 esté a punto de terminar.
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Qué pasará cuando termine el soporte
Cuando Windows 7 se quede oficialmente sin soporte, dejará de recibir actualizaciones oficiales. Ni siquiera recibirá actualizaciones de seguridad, lo que quiere decir que los usuarios sólo quedarán protegidos ante cierto malware mientras se sigan recibiendo actualizaciones para el antivirus de Microsoft.
Pero si aparecen vulnerabilidades críticas en el sistema operativo Microsoft ya no va a corregirlas. Esto quiere decir que si se descubren vulnerabilidades, todos los ordenadores que utilicen Windows 7 podrán verse afectados, con los problemas de seguridad y privacidad que puede acarrear.
Puede que ahora la cosa parezca tranquila, Windows 7 es un sistema operativo que ha tenido una vida larga y plena, por lo que puede dar la falsa impresión de que cualquier vulnerabilidad debería haber sido ya corregida. Pero ponte por un momento en la cabeza del cracker o el cibercriminal. Si has descubierto una nueva vulnerabilidad, ¿no sería mejor esperar al fin del soporte para empezar a explotarla sin la amenaza de que Microsoft la solucione enseguida?
Y si esto es un problema para el usuario medio, imagínate el que supone para las empresas que todavía estén utilizando Windows 7. Quedarán desprotegidas, por lo que sin quererlo, también estarán desprotegiendo a sus clientes en el caso de que aparezca alguna vulnerabilidad con la que se pueda robar datos de sus servidores.
La única solución: migrar a un nuevo sistema operativo
Ya no hay mucho que se vaya a poder hacer. Windows 7 está a punto de morir, y por mucho que nos lamentemos Microsoft no va a dar vuelta atrás como tampoco lo hizo con Windows XP. Por lo tanto, la única solución es migrar a un nuevo sistema operativo que siga teniendo un mantenimiento por parte de su empresa responsable.
El salto lógico es pasarse a Windows 10, que mantiene las mismas especificaciones mínimas de hardware que sus dos versiones anteriores.
Para el usuario medio esto no va a suponer demasiado problema, ya que simplemente tendrán que comprar una licencia de Windows 10 y actualizar, o incluso comprarse un nuevo ordenador que tenga Windows 10 incluido, que a día de hoy son prácticamente todos. El problema lo van a tener las empresas que todavía no hayan iniciado la migración, ya que sólo les falta un año para realizarla si no quieren acabar teniendo problemas una vez haya finalizado el soporte.