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Pasó 1: Verifica las conexiones de energía
Asegúrate de que el cable de alimentación esté correctamente conectado tanto al ordenador como al enchufe.
Comprueba también si hay algún interruptor de encendido/apagado en la parte trasera.
Pasó 2: Comprueba el suministro eléctrico
Verifica si el enchufe al que está conectado el ordenador funciona correctamente.
Si el enchufe no funciona, prueba con otro.
Pasó 3: Reinicia la fuente de alimentación
También es posible que la fuente de alimentación esté causando el problema.
Apaga la alimentación del ordenador y desconecta el cable de alimentación de la fuente de alimentación.
Espera unos minutos y luego vuelve a conectar el cable de alimentación y enciende el ordenador.
Pasó 4: Verifica los componentes internos
A veces, un problema con los componentes internos del ordenador puede causar que no se encienda.
Asegúrate de que no haya cables sueltos o desconectados.
Pasó 5: Prueba con una fuente de alimentación de repuesto
Por otro lado puedes probar con una fuente de alimentación de repuesto si tienes acceso a una.
Conecta la nueva fuente de alimentación y enciende el ordenador para ver si se soluciona el problema.
Si el ordenador se enciende, es probable que necesites reemplazar la fuente de alimentación defectuosa.
Pasó 6: Consulta a un técnico especializado
Si has seguido todos los pasos anteriores y tu ordenador aún no se enciende, es posible que el problema sea más complejo y requiera la ayuda de un técnico especializado.
El técnico podrá realizar diagnósticos adicionales y reparaciones específicas para solucionar el problema.
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