Avería procedente del disco.

Uno de los problemas más frecuentes que nos ocurre cuando nuestra Xbox no lee el disco es que este esté sucio o dañado. Para saber si es esto lo que nos pasa tendremos que limpiar la superficie de nuestro disco con una servilleta limpia. Tras esto tendremos que asegurarnos de que nuestro disco no está arañado de forma grave. Un arañazo profundo en nuestro disco provoca que la consola no pueda leerlo adecuadamente y no lance el juego. En este caso tendremos que comprar un disco de juego nuevo.

Avería dentro del hardware de Xbox.

Algunas veces el error puede proceder desde nuestra consola, tan simple como reiniciarla para descartar que haya sido un problema de encendido. Si el error persiste puede ser que tengamos un problema con el hardware de la consola. El problema de hardware de la consola se soluciona tan simple como conectándola a internet y descargando las actualizaciones necesarias. Una vez hecho esto nuestra consola debería de poder leer cualquier disco que introduzcamos.

Avería en el software de nuestra Xbox.

Si después de haber seguido todos estos pasos es posible que el error proceda directamente desde la parte física de nuestra Xbox. Estos errores pueden ser producidos por una avería interna de nuestra consola en el lector. Para esto lo más recomendable es primero mirar si nuestra consola esta en garantía ya que puede ser un problema de un componente defectuoso de fabrica. En el caso de que nuestra garantía haya excedido su utilidad lo que tendremos que hacer es ponernos en contacto con Microsoft para que nos pueda indicar un lugar para arreglar nuestra consola. Antes de llevarla a algún sitio es recomendable que abramos nuestra consola y miremos si nuestro lector de discos está siendo obstruido por suciedad. En tal caso podremos limpiarlo y comprobar si era ese el error, puede que esto nos ahorre una reparación de nuestro bolsillo.