Si el rendimiento Xbox One lleva mucho tiempo lento, puede ser por diversos motivos, que te vamos a dar algunos consejos y posibles soluciones.
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Consejos para evitar posibles fallos de rendimiento Xbox One
Instala un SSD externo
La instalación de un SSD externo es una de las mejores formas para mantener un buen rendimiento de tu Xbox One. Una de sus ventajas es un desarrollo de manera estructurada y ordenada del rendimiento y mejoras a nivel visual, sobre todo en los juegos que necesitan mucha carga de espacio y con esto se mejora de una manera notable. La mejo de aprovechar estos beneficios es que tu Xbox One al comprarlo ya tenga este tipo de discos.
Intenta mantener más memoria
Si no tienes suficiente memoria puede ocasionar determinados fallos de rendimiento, la mejor solución que os recomendamos es ampliarlo utilizando discos externos. Es aconsejable que estos discos no sobrepasen los 256GB.
En mantenimiento informático económico realizamos formateos y preparación cualquier disco duro para mejorar el rendimiento de tu Xbox además de ser leído.
Limpieza Xbox One
Una de las cosas que hay que tener en cuenta para un buen rendimiento es llevar y mantener una limpieza del dispositivo y evitar algunos fallos como el sobrecalentamiento de la consola. Esta limpieza consiste en deshacer la obstrucción de polvo en las zonas de ventilación.
Otro consejo que debes tener en cuenta para evitar el sobrecalentamiento es donde sitúas tu Xbox. Aunque no nos damos cuenta de estos fallos pero es imprescindible conocer la buena ubicación de la consola. Es recomendable no colocarla cerca de otros dispositivos que generen calor y que estén colocadas cerca de un ambiente fresco..
Microsoft Xbox One no le permite abrir la caja para que reemplace la unidad interna. Sin embargo, la Xbox One es compatible con discos duros externos que se pueden conectar a través de USB. Compre un SSD externo rápido que utilice la especificación USB 3.0, conéctelo a su Xbox One, y usted podrá instalar juegos en esa unidad. Los juegos se cargaran más rápido desde una unidad externa suficientemente rápido de lo que lo haría desde la unidad mecánica interna.
Usted necesitará una unidad que sea compatible con USB 3.0 y que sea por lo menos de 256 GB de tamaño, o la Xbox One no le permitirá la instalación de juegos a la misma. También debe buscar una unidad de estado sólido que utiliza USB 3.0 para el rendimiento más rápido – es posible que tenga que buscar los puntos de referencia de las unidades externas antes de comprarlos. Unidades USB 3.0 externas que son baratas en realidad podrían ser bastante lentas, a pesar de estar marcado con «USB 3.0». La Xbox One ofrece tres puertos USB 3.0, por lo que podría tener hasta tres unidades externas conectadas.
Para evitar fallos en tu Xbox One, intenta mantenerlo al día y con las actualizaciones que necesita. En mantenimiento informático económico ofrecemos todo lo que necesitas de novedades de actualización para llevar un buen rendimiento.